Me llamo Regula y soy de la bella Thurgau, en Suiza. Mi familia está formada por mi marido, tres hijas, tres perros y tres gatos, que enriquecen mi vida y aportan una variedad constante en el día a día.

Mi propia trayectoria deportiva comenzó a los cuatro años con la gimnasia. A lo largo de los años he probado diferentes disciplinas, como kickboxing, yoga, pilates, aeróbic, baile y actividades de fitness tradicionales como entrenar en el gimnasio y correr. Sin embargo, me apasionan especialmente la gimnasia, el fitness y la nutrición en general.

Tras mi activa carrera como gimnasta, al principio le di la espalda a la gimnasia. Hasta 2017, estaba firmemente convencida de que no volvería a entrar en contacto con este deporte. Aún no había superado mentalmente mi etapa como deportista de élite y no quería someter a mis hijos a la misma tensión. Sin embargo, mi hija pequeña insistió en hacer gimnasia, así que no pude resistirme. Al principio me contuve, pero en 2018 ya no pude resistirme y empecé a entrenar a las pequeñas. Sin embargo, para mí era y es importante que el entrenamiento se centre en la postura, la fuerza y la flexibilidad para minimizar el riesgo de lesiones a corto y largo plazo. También creo firmemente en la prevención de daños a largo plazo. Mediante ejercicios específicos, ya he podido ayudar a algunas gimnastas a aliviar el dolor de espalda. También creo que es importante trabajar de forma preventiva y mantenerse en forma incluso después de las enfermedades, para no escatimar esfuerzos.

Me gusta transmitir mis conocimientos y ayudar a los demás a alcanzar sus objetivos personales, ya sea a nivel físico o mental. Debido a mis propias experiencias, tengo especial interés en trabajar en este ámbito y desarrollar planes de entrenamiento individuales para personas con enfermedades. Gracias a mis muchos años de experiencia como atleta y entrenadora, conozco demasiado bien ambos lados y, por lo tanto, sé lo que es importante. Especialmente cuando alguien cae enfermo o sufre un golpe del destino, es importante encontrar un equilibrio mental y físico. Para mí también es importante que el propio niño sienta el deseo de hacer deporte y no sólo los padres. Es la única manera de lograr el objetivo sin que el niño se sienta frustrado o infeliz en el proceso.